Andreas Kartak es un mendigo de origen polaco que vive bajo uno de los numerosos puentes de París. Un día aparece un señor trajeado que le ofrece 200 francos con la condición de que lo devuelva cuando pueda a santa Teresita de Lisieux en la iglesia de Sainte Marie des Batignolles. Esto es un milagro que irá dando sus frutos. Podrá comer una comida decente en un buen restaurante, irá al barbero, encontrará un trabajo de carga y el destino hará que se encuentre 1000 francos dentro de una cartera que compró. Y el bueno de Andreas intentará cumplir su promesa,
pero siempre hay algo que se lo impide: cuando no es su afición a la
bebida y a los placeres mundanos, es una antigua amante que intenta
recuperarlo, y cuando no es un conocido que lo estafa. El dinero aparece y desaparece de la vida y de la
cartera de Andreas milagrosamente hasta su
último y desesperado intento de saldar su deuda con la santa.
Opinión personal: El libro es una constante huida hacia delante. Un querer y no poder. Una oportunidad que el protagonista desperdicia por culpa de su pasado y de sus malos hábitos, entre ellos el alcohol. A pesar de las dificultades, el relato es alegre y no decae en ningún momento. Rebosa optimismo y ternura. Parece que el autor era una gran aficionado a la bebida.
Nota: 7
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