Defendiendo sus tierras de los enemigos, el rey de Leonís, Rivalén muere en batalla. Su mujer, Blancaflor da a luz un hijo al que llama Tristán, pero ella muere en el parto. El leal Rohalt huye con el muchacho y lo salva antes del que el castillo fuera conquistado, y lo lleva a las tierras de Cornualles dónde gobierna su tío Marcos, hermano de Blancaflor. Allí pasa los años y es adiestrado como caballero. El Morholt de Irlanda llegó a Cornualles aterrorizando a los aldeanos: reclamaba trescientas doncellas y trescientos niños por un impuesto ancestral. Tristán lo venció en batalla pero fue herido de gravedad. Pidió que se le dejara en una barca a su suerte para morir en paz. Pero el destino lo llevó hasta las manos de una bella dama que lo supo curar, pero que
también eran las manos del enemigo, la sobrina del Morholt y la
hija del rey de Irlanda, Isolda la Rubia. Tristán huyó antes de que le descubrieran. En el castillo del rey Marcos ya había empezado el complot: los varones
más recelosos veían con malos ojos la amistad que le unía con Tristán y
le exigían descendencia. Tristán prometió traerle a Isolda, cuyo padre la ofrecía en matrimonio a aquel que matara al Dragón. Tristán volvió a Irlanda, mató al Dragón pero volvió a ser herido e Isolda volvió a curarle. Aquí empiezan su amor imposible puesto que Tristán había prometido Isolda al rey Marcos, y una vez esposados estos, Tristán se prometió para si que ella sería para él.
Opinión personal: Leyenda artúrica recogida en este pequeño libro pero con mucho contenido. La acción no para, y pocas veces un libro tan breve puede dar tanto. Muy recomendable si te gustan las aventuras medievales. Estilo claro y preciso. Muy entretenido.
Nota: 8
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